«Fue suficiente que compartiera usted conmigo, y tan generosamente, las lluvias y lloviznas, los remojones y los costes de nuestra travesía por ríos y canales; que remara usted con tanto brío para recuperar el Arethusa tras el naufragio, cuando ya se lo llevaba la corriente del río Oise, y que luego pilotara a un mero despojo humano hasta llegar a Origny Sainte-Benoite, donde esperaba una cena tan ansiosamente deseada.»
Navegar tierra adentro describe el viaje realizado en canoa por el autor a través de Francia y Bélgica en 1876. Navegar tierra adentro es, además del primer libro del autor, la primera obra de literatura outdoor. Fundamentalmente romántica en estilo y tono, el libro retrata una atmósfera idílica, propia de una Europa inocente. A pesar de la juventud del autor, la obra empieza como un libro juvenil que va ganando calado de manera magistral.
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