Desde la perspectiva visionaria del maestro murciano, esta ciencia constituye la clave hermenéutica de la interpretación del libro del cosmos y de todas las ciencias de la revelación. En este escrito, sumamente significativo en la historia del esoterismo islámico, fruto de su realización y su visión directa, el autor se sumerge en el misterio mismo de la cosmogonía islámica: la divina Palabra creadora. Se puede decir que toda la obra en su conjunto trata de aquella realidad viva que es la palabra revelada, pero es en este capítulo segundo donde toda esa visión se sintetiza en una ciencia esotérica cuyas modalidades son reflejo de un itinerario interior en que el hermeneuta, viajando en esa exhalación incesante de la que emerge la palabra inspirada, da testimonio de los efectos de la divina develación.
Así, el maestro nos introduce a ese maravilloso tejido cósmico conformado por las realidades de las letras que dimanan del misterio de la Alif, realidad primordial de todo número y toda letra, de valor numérico uno, cuyo trazo vertical es el símbolo axial por excelencia. El mundo de las letras es pues el trasfondo de esa exhalación creadora, donde todo es misterioso reflejo del Uno."
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