Las ciudades tienen alma y la de Córdoba es grande y antigua, misteriosa y hermosa,
huidiza y esquiva. Probablemente, también inmortal, al pertenecer ya, por derecho
propio, al elenco reducido de las ciudades-mito, esculpido por siempre su recuerdo en
la Historia grande de la humanidad. Y porque la amamos, queremos conocerla. No
resultará tarea fácil, porque, muy celosa de su intimidad, rehúye las miradas curiosas y
profanadoras del secreto de su ser.
Córdoba no mostrará nunca, a nadie, su alma al completo. Es demasiado sabia como
para descubrirse. Hay que aprender a sentirla, a percibirla, en sus expresiones. Eres lo
que haces y, sobre todo, cómo lo haces. Por eso, en vez de tratar de abordar de manera
directa su alma, lo haremos a través de su reflejo en sus maneras de expresarse y, entre
ellas, en sus fiestas, espejo en el que podremos descubrir reflejados algunos jirones de
ese alma hermética y esquiva. Nuestra teoría de Córdoba no mirará, por tanto, a la luz
del alma cordobesa, sino a aquello que ilumina por regocijarse en ello.
AUTOR
Manuel Pimentel Siles (Sevilla, 1961) ha publicado las novelas Peñalaja; Monteluz; Puerta de Indias; La Ruta de
las Caravanas; El Librero de la Atlántida; El Arquitecto de Tombuctú; El decálogo del Caminante; y El sabio
enamorado y el jardín del Califa. También es autor de varios ensayos entre los que destacan El Talento; El
Manual del editor; El Libro de la Escritura Vital; Blas Infante. Andalucía, Teoría y Fundamento Político;
Resolución de Conflictos; Tombuctú, andalusíes en la ciudad perdida del Sáhara así como Escuela de Oratoria.
También tiene publicados libros de relatos como Leyendas de Tartessos; Leyendas de Medina Azahara; El
autobús verde y blanco o La Yurta. Es editor y director del programa Arqueomanía, en TVE.
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