El dibujo ha sido durante siglos una práctica desdeñada, perseguida o relegada a los márgenes del arte. Sin embargo, mientras los grandes museos llenaban sus salas de óleos monumentales, generaciones de dibujantes e ilustradores creaban las imágenes que han dado forma a nuestra memoria colectiva. Carlos Cubeiro, experimentado ilustrador y profesor, traza un brillante recorrido por maestros y épocas, desde los anónimos miniaturistas medievales hasta los innovadores artistas del siglo xx. La primera historia de un arte que, pese a su omnipresencia en nuestra vida cotidiana, ha permanecido invisible en los grandes tratados. A través de estas páginas desfilan los autores que redefinieron la ilustración científica, los maestros que elevaron la caricatura a arte de guerra, las creadoras que abrieron caminos prohibidos y los visionarios que transformaron el libro infantil. Profundiza en figuras esenciales como Dürer, Blake, Doré o Steinberg, analiza fenómenos como el impacto del ukiyo-e en el arte occidental y explora territorios poco transitados: los pliegos de cordel, las revistas satíricas, los cuadernos de viaje o la ilustración de los grandes clásicos literarios. El recorrido abarca desde la abadesa Herrada de Landsberg, primera directora de arte, hasta las revolucionarias portadas del Saturday Evening Post o The New Yorker. Examina el trabajo de los ilustradores científicos que dieron cuerpo al conocimiento, los caricaturistas políticos que sacudieron conciencias, y artistas como Edward Gorey o Roland Topor, que crearon universos visuales únicos. Un libro riguroso y exhaustivo que destaca la relevancia histórica de la ilustración y el dibujo, reivindicando su merecido lugar en la historia del arte. La línea y el trazo no son meros instrumentos subsidiarios, sino lenguajes primordiales que han dado forma a nuestros sueños, que nos devuelven a ese instante de asombro, ese momento preciso en que una línea sobre el papel deja de ser una marca para convertirse en una ventana a otros mundos. Esperamos que al recorrer estas páginas sienta ese cosquilleo especial que surge cuando un libro nos hace ver el mundo con ojos nuevos, porque esta historia es, en el fondo, la historia de cómo hemos aprendido desde niños a ver, a imaginar y a soñar.
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