En agosto de 1978, un hombre disparó mortalmente contra Dirk Hamer, de 19 años, mientras el joven dormía.
Dos meses después de su muerte, a su padre le detectaron un cáncer de testículo. Un diagnóstico más, de no
haber sido porque se trataba del doctor Hamer, un médico internista que empezó a preguntarse: «Mi cáncer,
¿no tendrá relación con la pérdida de mi hijo?» Investigó en sus pacientes oncológicos y descubrió que en toda
enfermedad interviene la psique: colabora con el cuerpo para provocarla y puede curarla.
Sobre esta base levantó su Nueva Medicina Germánica con sus cinco leyes biológicas. Una visión radicalmente
distinta y revolucionaria, capaz de dinamitar los pilares de la ciencia médica.
Le quitaron la licencia. Intentaron declararle loco. Lo persiguieron, detuvieron, procesaron Lo metieron
en la cárcel. Pero él nunca renegó de su descubrimiento. Murió convencido de que su Nueva Medicina sería la
medicina del futuro.
¿Era un iluminado? ¿Un loco? ¿O un tuerto en el país de los ciegos?
AUTOR
es madrileña. Fue periodista
bajo la firma de Charo
González y cuentista y
columnista bajo las de Mary
Glup y Violeta Bala. Como
dramaturga ha escrito –por
este orden– las obras
Brindis, Un suicidio es cosa
seria, Sopa de sobre, TALGO
con destino a Murcia, A quien
celebre mi muerte, Umberto,
Corazón al peso, Ventanilla de
patentes y La ocasión. Se han
estrenado en España, Egipto,
Bélgica, Estados Unidos,
Ecuador y República Checa.
También es autora de dos
novelas: El mensaje del
náufrago (Ediciones
Obelisco) y El sueño de
Jonathan Smirnoff, inédita
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