El talento se aprende, se contagia, se provoca. En la familia, en la educación o en la empresa, los talentos existen como existen los seres humanos. Que brillen con especial intensidad es tarea de cada uno y procurar que esto ocurra tarea de todos.
La sociedad avanza y se desarrolla, y con ella el bienestar de sus integrantes, cuando se desarrolla al máximo el potencial de sus talentos. Entre todos podemos ayudarnos. Desconocemos la medida real de nuestro talento, de nuestro verdadero potencial; por eso lo desaprovechamos y estamos persuadidos de que no hemos dado aún lo mejor de nosotros mismos.
Este libro nos muestra cómo provocar ese talento que cada uno de nosotros atesora y que necesitamos desarrollar. El que a lo largo de la Historia acertó a desarrollar el ser humano, desde Newton hasta Apple, pasando, quién sabe, tal vez por ti.
«Disfrazados de mediocres, cubiertos por un nubarrón gris que parece seguirlos a todas partes, acorralados por el fracaso escolar —si se trata de niños o jóvenes— o emulando al hombre invisible —en el caso de muchos adultos—, me he cruzado a lo largo de mi carrera con infinidad de Newtons, Jobs y Einsteins. De hecho hay millones de ellos en el mundo; el problema es que no saben que lo son, y lo peor de todo, que la gran mayoría nunca llegará a conocer el talento que albergaban en su interior. Con un poco de formación, cualquiera de nosotros puede ser el detonante que haga a los demás fortalecer y aprovechar sus verdaderas posibilidades. Algo demasiado importante como para, al menos, intentarlo.» Fernando Alberca
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