«Gilbert y yo hemos sido buenos enemigos. Pero hemos decidido
que será mucho más sensato ser buenos amigos en el futuro.»
Desde que llegó a Tejas Verdes siendo una imaginativa niña pecosa de 11 años, que a pesar
de su facilidad para meterse en líos se ganó el cariño de toda la gente de Avonlea, Ana
se está haciendo mayor y llega ahora el momento de convertirse en una joven mujercita.
A sus dieciséis años ha madurado mucho, aunque una gran parte de ella sigue siendo tan
rebelde como su rojo cabello.
En Ana, la de Avonlea, el tierno personaje creado por la canadiense L. M. Montgomery
se enfrenta a nuevos retos como maestra de la escuela y fundadora de la Sociedad
de Fomento de Avonlea, sociedad juvenil pensada para mejora del lugar. Su imaginación
y su vitalidad seguirán haciendo que se vea envuelta en divertidos malentendidos y nuevos
problemas que tendrá que resolver. Mientras Ana Shirley se convierte en mujer, sus
aventuras y ocurrencias nos divertirán y tocaran nuestro corazón.
Esta obra, al igual que toda la serie de Ana Shirley, conjuga los valores de la vida rural
y la familia con las cuestiones universales que todos nos planteamos en algún momento,
como la pertenencia a una tierra, el valor de la amistad o la esencia del amor.
(1874, Clifton, actualmente New London, una pequeña ciudad de la Isla del Príncipe Eduardo, Canadá). Tras la muerte de su madre, cuando
ella contaba con menos de dos años, su padre decidió dejarla a cargo de sus abuelos maternos, en Cavendish, para irse a vivir al oeste
del país, donde volvió a casarse. De sus abuelos recibió una educación muy estricta, aunque dicha situación, creciendo sola en la casa de dos
personas mayores, estimuló sobremanera su imaginación, provocando la chispa que le haría crear el personaje de Ana Shirley. Completó
su formación en el Colegio Príncipe de Gales en Charlottetown. Y entre 1895 y 1896 estudió literatura en la Universidad de Dalhousie, en
Halifax, Nueva Escocia. En 1898, después de haber trabajado ya como maestra en varias escuelas, regresa a Cavendish. Es en 1898 cuando
comienza a escribir los relatos que darían lugar a su mayor creación: la serie de Ana Shirley (ocho libros que narran su vida, desde la niñez
hasta la edad madura). El primero de ellos, Ana, la de Tejas Verdes (Anne of Green Gables), publicado originalmente en 1908, narra la llegada
de la inteligente y deslenguada Ana —a la que el propio Mark Twain consideró la niña imaginaria más encantadora que se había creado
desde la inmortal Alicia— a su hogar adoptivo en Avonlea, un pueblecito (ficticio) situado al norte de la Isla del Príncipe Eduardo.
|