Blas de Lezo alcanzó las cimas del escalafón de la Armada a una edad tan temprana que puede que no hayan existido casos semejantes en la dilatada historia de la institución naval, viéndose por tanto obligado a ejercer el mando de no pocos buques y agrupaciones navales en uno de los escenarios bélicos más difíciles de imaginar y en circunstancias, casi siempre combates al cañón, que no permitían dudar ni hacer concesiones que pudieran ser aprovechadas por esos zorros de los mares que han sido siempre los marinos ingleses. Más allá de su larga lista de virtudes como hombre y como marino, y también con sus imperfecciones, que como cualquier ser humano también las tuvo, la figura de Blas de Lezo se identifica con la de un líder militar extraordinariamente heroico y con la de un entrañable ser humano que a los españoles no debería movernos a otro sentimiento que el de un enorme y sanísimo orgullo.
Las heridas y mutilaciones recibidas por nuestro personaje en la batalla naval de Vélez-Málaga, en la defensa del castillo de Santa Catalina, en Tolón, y durante el asalto a Barcelona en 1714, a consecuencia de las cuales quedó cojo, tuerto y manco, son completamente veraces, como también lo es el hecho de que debido a esas taras fue apodado medio-hombre por sus compañeros de armas, alias que aunque nunca rechazó, no era de su agrado. Sí encajaba de mejor grado, por el contrario, el apodo de Anka Motz (pata de palo en vasco) que da título a esta novela, y que procedía de los marineros, vascoscomo él, con los que compartía la misma suerte en la rutina de la mar y sobre los que ejercía un profundo liderazgo.
AUTOR
Luís Mollá, natural de Tarifa (Cádiz), es Capitán de Navío de la Armada, piloto naval, especialista en Comunicaciones y diplomado de Estado Mayor y Comunicación Social. En su faceta de escritor, en
2004 obtuvo el premio Nostromo de narrativa marítima con la novela El veneno del escorpión. En 2005 ganó el premio Almirante Oquendo de la Revista General de Marina, por su artículo Morir y
vivir en la mar, un recuerdo emocionado a las últimas 20 horas del dragaminas Guadalete, en el 50 aniversario de su trágica desaparición en aguas del estrecho de Gibraltar. Ese mismo año publicó
Soldado de nieve. En 2007 la Armada le concedió el premio Virgen del Carmen de novela por La tumba de Tautira, una obra ambientada en el proceloso mundo de las navegaciones del siglo XVIII. En
2008 volvió a ganar el premio Nostromo por su recreación literaria de un maremoto en el suroeste español producido por la quiebra de una de las islas canarias en la novela titulada La séptima ola. En
2010 obtuvo el premio Relatos del Mar convocado por el ayuntamiento de Carreño con Sudario de hielo, recreación fantástica de las últimas singladuras del navío san Telmo desaparecido en la
Antártida en 1819 con 644 hombres a bordo. En 2012 quedó finalista del mismo concurso con la tumba 116 , una recreación colateral de la madre de todas las historias del mar: el hundimiento del
Titanic. En 2010 publicó la novela Perdidos en la memoria. Y en 2012 Pólvora mojada. En diciembre de 2102 publicó La isla más pequeña del mar, una bonita historia de superación con el mar como
telón de fondo. En diciembre de 2013 publicó un compendio de siete historias marineras recopiladas bajo el sugestivo título de En el nombre del mar. Su último trabajo hasta la fecha fue publicado en
diciembre de 2015, una novela titulada El cebo. Es asiduo conferenciante de temas relacionados con el mar y colaborador en distintos medios de prensa, publicaciones, foros de ámbito naval y
programas radiofónicos.
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