Ha llegado el momento de ralentizar el frenético ritmo de producción científica.
En 2011, la Universidad Católica de Lovaina despidió brutalmente a la investigadora
Barbara Van Dyck por haber participado en una acción de «descontaminación» de
un campo de patatas genéticamente modificadas. El despido tuvo repercusiones mediáticas
y académicas notables, dando visibilidad a las reivindicaciones de la llamada
slow science.
Isabelle Stengers parte del «caso Van Dyck» para articular su alegato por una ciencia
slow. Desde el slow food hasta el slow living, los movimientos slow denuncian el costo
de «ganar tiempo» y abogan por un modelo alternativo de «desaceleración». En el
ámbito académico, ésta choca con los intereses de las actuales relaciones de las universidades
con sus socios industriales, que no sólo tienen prisa por conseguir resultados,
sino que, además, tal y como denuncia Stengers en el caso de las patatas transgénicas,
hacen sucumbir a las primeras a los fines promocionales de sus patrocinadores.
Un manifiesto breve y contundente que se sitúa en el pleno de un debate más necesario
que nunca: la desaceleración de las ciencias y de sus implicaciones.
Es hora de que los científicos tomen su tiempo!
AUTOR
Isabelle Stengers
(Bruselas, 1949) es historiadora de la ciencia, epistemóloga y profesora de filosofía en la Universidad
Libre de Bruselas. Hija del historiador Jean Stengers, es quizá una de las pensadoras
más celebradas por sus estudios sobre las tensiones y confluencias entre ciencia y filosofía, y
recibió en 1993 el gran premio de filosofía que otorga la Academia Francesa. Notable por su
propia obra filosófica, la profesora Stengers ha colaborado con intelectuales tan destacados
como Léon Chertok, Ilya Prigogine o Bruno Latour. Ned Ediciones ha publicado En tiempos
de catástrofes, Otra ciencia es posible y Reactivar el sentido común.
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