Con La catedral (1903) se inicia el ciclo de novelas sociales de Vicente Blasco
Ibáñez, que supone, también, el desplazamiento de la acción novelesca
a lugares ajenos a la tierra valenciana, marco único de sus primeras novelas.
El intruso, La bodega y La horda completan el grupo, en el que encontramos
la denuncia de las injusticias sociales, el desigual reparto de las riquezas, los
males que acarrean el analfabetismo y la incultura o la omnipresencia de la
religión y su influencia opresiva.
La catedral es, ante todo, una novela política e ideológica, en la que Blasco
Ibáñez, desde una perspectiva republicana y muy próxima al anarcocomunismo
y a un anticlericalismo que se nos antoja más un rechazo contundente
de la religión, disecciona la sociedad toledana de principios del siglo
XX, a través del microcosmos compuesto por las gentes que habitan en las
Claverías de la catedral. El amor, las ilusiones y los sueños humanos, la fe y
la razón, la avaricia y la soberbia, la ignorancia y el fanatismo, la intolerancia,
las pasiones, la religiosidad y la ciencia, y la revisión crítica de la historia de
España son algunos de los temas de nuestra novela.
La presente edición, a cargo del profesor Juan Carlos Pantoja Rivero,
es la primera que cuenta con un estudio preliminar que inserta la obra en su
tiempo y en el contexto de la producción de su autor. El libro se completa
con los textos de las crónicas de los viajes de Blasco a Toledo en el año 1897
e incorpora por primera vez algunos de los dibujos que el autor encargó al
dibujante valenciano José Segrelles.
AUTOR
Vicente Blasco Ibáñez (Valencia, 1867-Menton, Francia, 1928). Desde su juventud
adoptó una postura revolucionaria que marcó gran parte de su vida. Estudió Derecho,
pero se dedicó tempranamente al periodismo, fundando El Pueblo (1894), de
vocación republicana. Previamente, en plena juventud, publicó algunas novelas de
las que renegó después, como es el caso de La araña negra (1892), feroz crítica a la
religión, centrada en los jesuitas.
Sus obras canónicas se inician con Arroz y tartana (1894), que se publica por
entregas en El Pueblo. Tras ella, Blasco escribirá sus novelas valencianas, entre las
que destacan La barraca (1898) y Cañas y barro (1902). Después, tras su ruptura
con su amigo y correligionario Rodrigo Soriano, que lo tachó de revolucionario de
salón, nuestro novelista escribirá sus novelas sociales, con títulos como La catedral
(1903) y La horda (1905).
En 1909 viaja a la Argentina, donde se convierte en colono, pero tras el fracaso
de esta experiencia, volverá a Europa y escribirá la novela que le dio fama mundial:
Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916), una reflexión sobre los males de la guerra,
basada en los horrores de la Primera Guerra Mundial. Después, viajará a los Estados
Unidos y entrará en contacto con el mundo del cine en Hollywood, convirtiéndose
en guionista. Por estos años se rodará la versión cinematográfica de Sangre y
arena (1922), dirigida por Fred Niblo y protagonizada por Rodolfo Valentino.
En los años 20 se instala en su casa de Menton, en Francia, y en 1923 logra cumplir
uno de sus sueños: dar la vuelta al mundo como colofón de su vida de constante
viajero y aventurero. Las experiencias de este viaje las plasmará en La vuelta al
mundo de un novelista (1925).
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